Coge un vaso, mete en él a tres travestis trastornadas, un montón de trajes con plumas y lentejuelas, toneladas de maquillaje, zapatos de tacón y un buen puñado de éxitos musicales de los 80; Ponle un chorro de color, unas gotas de melancolía y humor hasta que el vaso desborde. Tápalo, agítalo y sírvelo.El resultado es Prisicilla, Reina del Desierto, el musical basado en la película (Ganadora de un óscar al mejor vestuario) de 1995 que narra las aventuras de dos drag queens y una transexual durante su viaje en autobús por el inhóspito desierto australiano en busca del amor y la amistad en el que terminan encontrando más de lo que jamás habrían soñado.
Ese viaje musical que comenzó en Sydney alla por el año 2006, hoy ha recorrido medio mundo (Londres, Nueva York, Nueva Zelanda, Sao Paulo, Milan...) convirtiendo a Prisicilla en un éxito de publico y llenando cada teatro con su desbordante espectáculo cargado de extraordinarias actuaciones en una de las comedias musicales más extravagantes y deliciosas nunca vistas.Ya lo dijo el Sunday Express “El Mejor “Feel Good” show desde Mamma Mia!”, y probablemente este en lo cierto un espectáculo divertido, deslumbrante, emocionante y un electrizante final (Catarsis incluida) que nos hará salir del teatro con una gran sonrisa en nuestros labios.
La mala noticia es que Priscilla de momento no tiene pensado viajar a España, solo era una broma digna de este día de los inocentes, pero quien sabe, quizá en menos de los que imaginamos, el gran zapato de tacón que ha presidido el Palace Theatre en Londres durante años, se digne a “pisar” alguno de nuestros teatros.
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